Articulo para revista IGA
Benítez Barro Andrea
MODELO CIENTÍFICO
Comprender los modelos científicos resulta generalmente una tarea ardua por su carácter abstracto. Lo cual, diversas investigaciones han mostrado que es difícil para los estudiantes comprender el concepto de modelo científico (Grosslight et al, 1991; Gilbert, 1997).
Un modelo científico es una representación provisoria, perfectible e idealizada de una entidad o fenómeno físico (Bunge, 1985).
Es una entidad abstracta, una representación simplificada de un hecho, objeto, fenómeno, proceso, realizada con la finalidad de describir, explicar y predecir. Se trata de una construcción humana utilizada para conocer, investigar y comunicar.
Un modelo debe ayudar a explicar el comportamiento de una parte del universo reduciéndolo a los hechos fundamentales, lo más básicos. Y al mismo tiempo, debe servir para hacer predicciones del comportamiento de determinado sistema del universo y ponerlas a prueba de circunstancias diversas. Los modelos se elaboran cuando la creatividad y perspicacia de un científico se combinan con datos y observaciones de muchas condiciones parecidas.
Para hacer un modelo es necesario plantear una serie de hipótesis (proposición cuya verdad o validez no se cuestiona en un primer momento, pero que permite iniciar una cadena de razonamientos que luego puede ser adecuadamente verificada), de manera de que lo que se quiere representar esté suficientemente plasmado en la idealización y que sea lo bastante sencillo como para poder ser manipulado y estudiado.
Para poder analizar la naturaleza del universo, y poder discutir cuestiones tales como si ha habido un principio o si habrá un final, es necesario tener claro lo que es una teoría o modelo científico.
Una teoría es una buena teoría siempre que satisfaga dos requisitos: debe describir con precisión un amplio conjunto de observaciones sobre la base de un modelo que contenga sólo unos pocos parámetros arbitrarios, y debe ser capaz de predecir positivamente los resultados de observaciones futuras.
Por ejemplo, la teoría de Aristóteles de que todo estaba constituido por cuatro elementos, tierra, aire, fuego y agua, era lo suficientemente simple como para ser cualificada como tal, pero fallaba en que no realizaba ninguna predicción concreta. Por el contrario, la teoría de la gravedad de Newton estaba basada en un modelo incluso más simple, en el que los cuerpos se atraían entre sí con una fuerza proporcional a una cantidad llamada masa e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia entre ellos, a pesar de lo cual era capaz de predecir el movimiento del Sol, la Luna y los planetas con un alto grado de precisión.
Por supuesto, un modelo es solamente una aproximación; ningún modelo, por detallado que sea, puede abarcar la totalidad de un fenómeno. Además, conforme progresa nuestro conocimiento de los fenómenos, también refinamos nuestros modelos, por ende, los modelos cambian. Inclusive, a veces nos vemos obligados a desechar nuestros modelos, cuando nos damos cuenta que no corresponden a toda la evidencia conocida.
Referencias
Bibliográficas
- Hawking,
S. (1988). Historia del tiempo: Del Big
Bang a los agujeros negros.
- Adúriz-Bravo, A. y Morales, L. (2002). El concepto de modelo en la enseñanza de la Física - consideraciones epistemológicas, didácticas y retóricas. Caderno Catarinense de Ensino de Física, 19, 1, 76-88
- http://reuredc.uca.es/index.php/tavira/article/viewFile/66/59
- http://www.tiposde.org/ciencias-exactas/415-tipos-de-modelos-cientificos/- Adúriz-Bravo, A. y Morales, L. (2002). El concepto de modelo en la enseñanza de la Física - consideraciones epistemológicas, didácticas y retóricas. Caderno Catarinense de Ensino de Física, 19, 1, 76-88
- http://reuredc.uca.es/index.php/tavira/article/viewFile/66/59
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